Decir adiós es difícil, pero decir adiós para siempre hace que rueden lágrimas por mis mejillas y un nudo cierre mi garganta mientras escribo estas líneas.
Me duele decirlo pero sé que no te volveré a ver jamás, que jamás tus ojos volverán a mirarse en los míos...
Sin embargo era necesario despedirnos, no pude soportar tanto dolor y sufrimiento, porque sé que tu sufrías tanto como yo...
Sin quererlo, recordé lágrimas en tus ojos y verte llorar me hizo derrumbarme a pesar de que me sentía fuerte. Supe entonces que no había alternativa y por ello, te pido perdón...
Jamás olvidaré que llegaste a mi vida un hermoso día de Noviembre hace ya varios años, y desde el primer momento fuiste parte de mí , cambiaste mi vida para siempre y la llenaste de revuelo y sentimientos encontrados.
Por un lado deseaba estar a tu lado, acariciar tu pelo, abrazarte, pero al mismo tiempo sabía que era imposible.
Hoy, sé que este adiós es para siempre, pero llevaré dentro de mi tu dulce recuerdo, todos estos años iluminaste cada uno de mis días con tu existencia, ¡¡¡Adiós para siempre Milka, mi dulce amor de Noviembre!!!.
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